Generalmente en las bodas, las mesas del banquete se enumeran para facilitar la ubicación de los invitados en su correspondiente mesa. Pero esa numeración no tiene por que ser simples papeles puestos en una mesa.
Los podemos personalizar como nos imaginemos: escribiéndolos en pequeñas pizarras, enmarcándolos, con pinzas, realizados con texturas, de diferentes formas y fondos. Del mismo estilo que las invitaciones, pegados a las botellas de vino, en los arreglos florales…
Hay otra opción bastante original para enumerar las mesas y es asociar, dicha mesa, a un nombre de colores, flores, animales… de películas, canciones, discos preferidos, actores, personajes… de playas, ciudades, plazas, monumentos, arquitectura, calles, pueblos… alfabeto o los planetas, estrellas… a deportes, ciudades olímpicas, formula 1, futbol, golf… marcas de refrescos, modelos de coche, aviones, barcos… nombre de dioses griegos, emperadores, reyes, personajes históricos… dibujos animados, manga, portada de revistas… sentimientos, emociones… la temática siempre será elegida por los novios y harán al lenguaje común de la boda o personalidad de la misma.
Se puede asociar el nombre de las mesas a sus gustos, a sus profesiones, aficiones, pasatiempos, lugares visitados o lugares de origen, bailes o canciones. Resumiendo, cualquier cosa que sea referente en tu relación, profesión y vida en general.
Fuente: KeylaDíaz González